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Por la camiseta

«Como equipo siempre redoblamos esfuerzos, aferrándonos a nuestras fortalezas y procurando mejorar nuestras debilidades», señaló Camila Monzón, capitana de Urupan.

Como a la par del resto de los equipos, el plantel femenino de Urupan se estaba preparando para competir, en su caso, por tercer año consecutivo en AUF, cuando la emergencia sanitaria por el Covid-19 paralizó toda la actividad. Pero el entusiasmo y las ganas de retornar a la actividad son factores que el conjunto pandense no pierde, y en este caso, El Show dialogó con Camila Monzón, capitana, figura y referente dentro del elenco de Urupan, sobre la actualidad del club y selección a su vez.

– Dada la situación mundial actual, ¿Cómo estás afrontando estos días?

«De momento bien, extrañando la rutina diaria y aún más el futsal pero respetando la cuarentena, y aprovechando para estar en familia. También ocupó el tiempo para estudiar y entrenar en casa diariamente para hacerla más llevadera. Esperemos que se mejore esta situación pronto para poder volver a las canchas».

– Arrancando un poco por el pasado, ¿cómo resumirías el año de Urupan en el 2019?

«El 2019 de Urupan fue bueno a mi parecer, al ser el segundo año que competíamos en AUF. Somos un cuadro amateur que nos falta sin dudas seguir aprendiendo, ya que nos queda mucho por mejorar. Se hizo un gran trabajo del cuerpo técnico desde el principio, ya que el equipo tenía la base del año pasado, pero se unieron nuevas compañeras y se conformó un equipo con ciertas jugadoras que no sabían lo que era el futsal, no lo habían jugado nunca, ni siquiera sabían las reglas. Se tuvo mucha paciencia al principio para que fueran adquiriendo lo táctico y hubo mucho trabajo para que se conformará el equipo humano que se formó, que sin dudas es la base de todo para que funcione esto. Como bien dije al inicio, somos conscientes de nuestras debilidades y de que aún nos queda mucho por mejorar. Pero más allá de eso, como equipo siempre redoblamos esfuerzos, aferrándonos a nuestras fortalezas y procurando mejorar nuestras debilidades. Supimos ponernos la camiseta y salir a cada partido a dar lo mejor sin importar a qué rival nos enfrentábamos el fin de semana, ya fuese el primero de la tabla o el último».

– Pasando ya a lo que respecta el 2020, tras la noticia del alejamiento de Florencia Stefani del club, y por ende, la llegada de un nuevo técnico para asumir el plantel femenino, ¿Cómo estaba el equipo adaptándose a esta transición de técnico hasta el momento de la pandemia?

«El equipo tiene muchas ganas de volver y a la vez, somos conscientes de que tendremos que transitar esta adaptación, a un nuevo estilo de juego que viene con el técnico, esto también en lo grupal con las nuevas compañeras que se acercaron este año. Esto del Covid-19, pasó muy rápido, así que no tuvimos mucho tiempo para conocerlas a ellas ni a la metodología de juego de Luis Diego. Cuando toque volver trataremos de adaptarnos rápido porque sabemos que no vamos a tener mucho tiempo entre entrenamientos y la vuelta del campeonato. Si bien cada cambio trae cosas nuevas, nos va a costar porque venimos con un proceso de 2 años consecutivos, desarrollado en un modelo y estilo de juego diferente al que se plantea este año».

– Cuentan en su mayoría con un plantel joven, lo que demuestra que Urupan apuesta en grande a lo que respecta las juveniles, ¿creés que este factor les generará una ventaja?

«Sí, indudablemente creo que eso puede ayudar. Son jóvenes y tienen un gran potencial, ya pueden ayudar al equipo, tanto desde lo colectivo como desde lo individual si siguen trabajando como hasta ahora. Siempre es bueno tener compañeras jóvenes ya que le pueden aportar mucha energía al equipo».

– ¿Y cómo ves a la categoría sub-20?

«En sub-20 me atrevo a decir que bien, hoy en día tienen una buena base del equipo ya jugando en primera, y muchas de ellas ya dan la talla para jugar en la categoría. Sumado a chicas que llegaron este año, creo que pueden tener mucho potencial.

– Yendo a otro tema, dadas tus actuaciones destacadas, tuviste la oportunidad de integrar la preselección uruguaya de cara a la Copa América del año pasado, ¿cómo resumirías tu primera experiencia dentro del proceso celeste?

«El proceso de selección es lo más lindo, vestir la celeste es un sueño siempre. Para mi fue una experiencia hermosa, que ni yo podía creer estar ahí, ya me sentía realizada. Por suerte tuve la fortuna de vivir hasta lo último el proceso y fue muy gratificante. Te dan ganas de trabajar aún más fuerte para poder conseguirlo nuevamente, teniendo siempre en cuenta que es difícil debido al nivel de jugadoras que hoy presenta Uruguay y las que vienen en camino pisando fuerte. Pero sin dudas algo de enseñanza te traes y agradezco la oportunidad de haber estado allí».

– ¿Tuviste la posibilidad de ver a la selección durante el torneo vía internet? «Si… »

– Y habiendo observado partidos, ¿Qué opinás acerca del rendimiento de Uruguay en el torneo?

«Desde mi perspectiva creo que el desempeño en general fue bueno. Creo que a nivel internacional estamos unos escalones por debajo y eso nos condiciona. Sin ir más lejos, Brasil, Argentina, Colombia, Paraguay, entre otras selecciones, son integradas por jugadoras profesionales, es decir, que compiten a un nivel profesional y no amateur como acá. Yo creo que ahí es donde gravita nuestro mayor déficit. Igualmente, creo que las chiquilinas dieron todo lo que tenían, a pesar de haber sido un proceso corto, llegaron y pelearon, y evidentemente nunca entregaron el campeonato pese a las adversidades. Y por otra parte, yo creo que en un torneo internacional, la jugadora o el jugador uruguayo que realmente siente la satisfacción de representar su selección, deja todo de lado para estar y comprometerse».

– Para el cierre, dentro de tus años en el fútbol sala, si tuvieras que darme un quinteto ideal de jugadoras que has visto, ¿Cuál sería?

«Mi quinteto ideal seria: Sofía Olivera, Aída Camaño, Josefina Villanueva, Mariana Crocano y Naiara Ferrari. Muy despegadas todas».

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