Noticias

Peñarol de América

El carbonero logró la hazaña. Le ganó 3-1 a Magnus la final de la Libertadores en Luque y trajo la Copa para Uruguay por primera vez.

No terminamos de caer. Seguramente jugadores, cuerpo técnico y dirigentes tampoco todavía. Ahora es todo felicidad. Alegría inconmensurable. La emoción de sus vidas -en lo deportivo- con certeza. Algo para lo que muchos, trabajaron mucho, y soñaron, bastante también. Peñarol subió a donde parecía que nunca un equipo uruguayo lo iba a hacer. Le ganó a los dos brasileros en el torneo. Planificó, corrió, sudó, metió, jugó, aprovechó sus momentos al máximo, y terminó este domingo inolvidable, levantando la Copa Libertadores de América de Futsal.

Del partido se hablará poco en estas horas, más bien repasaremos y recordaremos el llanto y los abrazos del final. Se puede resumir con mucha ligereza, en que defendieron como bestias. Toda la semana. En tres de los seis juegos no le hicieron goles. En la final, un cuadrazo como Magnus, último campeón, le hizo uno solo. Y sí, marró algunas muy favorables, pero tampoco fue una máquina de errar goles.

Es que el Manya se plantó con mucha claridad en su idea colectiva de cómo frenar al equipo de Sorocaba. En la primera mitad, muchos robos en tres cuartos, buenísima lectura de por dónde venían los cracks brasileños. Así llegó el 1-0 bastante temprano, después de una maniobra fenomenal de Jhonata, el intento de pase a Paroldo, y el corte de Gomes que terminó metiéndose en arco propio para el 1-0 mirasol. Siguió controlando el elenco de Ruscica (el cerebro de la gesta), hasta que un balón largo lo bajó Zapponi con el pecho y definió para el 2-0. Dieron el gol, Magnus pidió revisión, y sin ninguna imagen que dijera con contundencia lo contrario, la dupla arbitral anuló la conversión. De todos modos, la ventaja con la que se fue al vestuario el aurinegro (que sufrió los últimos 3′ con reiteradas chances del rival) era merecida.

Y el segundo tiempo fue como contra Centauros. Alternar buenas y malas en la salida con pelota, y defender con uñas y dientes. En muchas en situaciones casi perdidas, pero que cualquiera de los jugadores que estuvo en cancha llegó con la punta de los pies a cortar cuando parecía un tiro con destino inevitable. No podemos olvidar las bajas enormes de Navarro y Jean (suspendidos), que obligaron a jugar con doce en el plantel, y porqué no mencionar también la imposibilidad de contar con el mejor jugador del equipo en los últimos dos años, Brandon Díaz, lesionado en diciembre, pero que estuvo acompañando como uno más durante todo el certamen en Luque.

Después de trece minutos sin novedades en los arcos, vino una jugada en donde Duque llega antes a la dividida con Gomes, y se lleva una planchita sobre el empeine. Al brasileño le muestran amarilla, pero piden VR y el boliviano le termina mostrando roja al de Magnus. En los 2′ de superioridad, si bien la intención de Peñarol no fue profundizar, no manejó bien los pases ni las decisiones. Así quedó expuesto a un desenlace más incierto, que llegaría con un sinfín de emociones.

Casi entrando a los 5 minutos finales, incidencia para revisar nuevamente (menos mal que estaba la chance de pedir video) y penal para Peñarol. ¿¿Quién sino?? El capitán y goleador histórico, Nico Ordoqui. Un penal pesado, pero que lo remató con la jerarquía de los grandes. Justicia poética. 2-0 y Peñarol acariciaba la copa. Magnus ya se animó con un jugador como golero para el 5 vs 4, y encontró bastante rápido el descuento, con un disparo desde afuera que batió al (casi) invencible Pescado.

Pero en el final vino ese gol que hacía largar todo lo que se acumulaba durante buena parte del encuentro. Un pase con la mano genial de Fernández, dejando a Duque de cara al gol por zona central. Franco definió por arriba del marcador, como pedía la jugada, rubricando una primera Libertadores absolutamente extraordinaria. Presente y futuro se unieron para abrazar a la historia. Ya no hubo vuelta. Dos minutos defendiendo fuerte, con un Mascota Catardo descomunal en ese rubro, y el carbonero que desató el festejo interminable. La gloria eterna llegó para Peñarol, que lo buscaba desde hace algunos años, apostando y trabajando muy por encima de la vara que nos propone nuestro futsal. Pero por supuesto, la alegría es de todos, porque ellos, los Pescado, los Mascota, los Paroldo, los Custodio, los Maxi, etc, son producto del cascoteado y olvidado futsal uruguayo. Es hazaña. ¡Y pico! No dejen de aplaudir al campeón de América.

PEÑAROL 3 MAGNUS FUTSAL 1
Final Copa Libertadores de América. Gimnasio: COP Arena (Luque)
Árbitros: Henry Gutiérrez (Bolivia) y Carlos Martínez (Paraguay)
PEÑ- Iniciales: Mathías Fernández, Nicolás Tumkiewicz, Jhonata, Lucas Paroldo, Franco Duque. DT: Facundo Ruscica. Ingresaron: Sasha Zapponi, Juan Custodio, Nicolás Ordoqui, Matheus De Oliveira, Richard Catardo y Caio Dos Santos.
MAG- Iniciales: Deko, Gabriel, Joao De Moraes, Rodrygo, Genaro. DT: Ricardinho. Ingresaron: Lucas Gomes, Carlos Augusto, Leandro Lino, Leo, Dieguinho, Kaio y Bruno.
Goles: Lucas Gomes e/c (8′), Nicolás Ordoqui (34’40») y Franco Duque (37’40»). PEÑ
Leandro Lino (37′) MAG

El MVP: Mathías Fernández
Expulsado: Lucas Gomes a los 13′ del ST

Fotos: Conmebol y APF

Escribe Comentario