Volvió y cumplió
Diego D’Alessandro dijo que llegar a Peñarol fue «una mezcla permanente de ilusión, compromiso y disfrute». Charla completa con el entrenador campeón uruguayo con el carbonero.
Hombre de la casa. Había jugado y dirigido Peñarol entre el segundo lustro de los 90 y el primero de los 2000. Después vino la experiencia en Italia, la selección uruguaya, y hace un par de años su incursión al frente de Urupan, en su regreso al trabajo en clubes. 2025 lo encontró de vuelta en la entidad mirasol, con la responsabilidad de no romper una línea de triunfos que viene transitando el equipo desde hace siete temporadas. Diego D’Alessandro habló con El Show sobre el título a nivel local, la Intercontinental y la actualidad del futsal uruguayo.
– ¿Cómo visite el hecho de volver a Peñarol y todo este semestre, justo después de que e equipo había ganado la Copa Libertadores?
Se dio todo muy rápido y fue una sorpresa. Que te llamen desde un equipo que venía de ser campeón de la Libertadores, cuando todo estaba funcionando muy bien, no es algo habitual. Al mismo tiempo, fue una alegría enorme y lo sentí también como un reconocimiento al camino recorrido, al trabajo realizado durante muchos años y que asumí con mucha emoción y responsabilidad. El semestre fue muy difícil, intenso y con un parate vergonzoso de casi 2 meses sin jugar, más la ida a jugar un partido como la Intercontinental. Llegar a un equipo campeón de América, integrarme a un cuerpo técnico ya formado, que me recibió y ayudó de la mejor manera y en un club con una historia reciente tan exitosa hizo que todo se viviera como un desafío especial, con una mezcla permanente de ilusión, compromiso y disfrute.
Cerrar el año con séptimo título es algo maravilloso. Deja una sensación de alegría y alivio. La satisfacción profunda de haber podido integrarme y aportar mi granito de arena a un proceso que ya venía funcionando y que termina de la mejor manera posible.
– También hubo que tomar decisiones porque el plantel que había jugado la primera mitad de año no era el mismo en varios aspectos…
La reconstrucción del equipo para la segunda etapa del campeonato fue el resultado de un trabajo duro y en conjunto entre el cuerpo técnico y la dirigencia, que desde el primer momento estuvo enfocada en cómo sostener el nivel. Se trabajó día a día, superando con calma salidas y lesiones pero apoyados en una base de jugadores muy sólida que ya tenía el equipo, lo que facilitó todo.
– ¿Cómo afectó el hecho de no poder utilizar a Pelizzari tras el fallo en AUF?
En cuanto a la situación de Lucas, fue un golpe muy duro, no solo por lo que aportaba desde lo deportivo, sino por la pérdida injusta de una persona que se había hecho querer por todos. Ese momento también nos fortaleció como grupo y nos dio una energía que nos hizo trabajar aún más fuerte y llegar lo mejor preparados posible para que el campeonato no se nos escapara.
– Del partido en sí, la segunda final con Nacional. ¿De qué manera la prepararon teniendo en cuenta la derrota en la primera?
Perder la primera final del play off fue un trago amargo y desde el primer momento supimos que no habíamos dado lo mejor de nosotros. El grupo mostró mucha madurez e hizo una gran autocrítica. Por otra parte, nunca nos enfocamos en lo que nos faltaba ni en lo que podía recuperar el rival, sino en nuestras propias fortalezas y en las cosas que debíamos ajustar para ganar.
Durante esa semana se trabajaron algunos detalles tácticos que entendíamos que podían favorecernos, pero el foco principal estuvo en lo actitudinal, un aspecto en el que este equipo es muy fuerte y determinante. Quiero además destacar que todo esa semana estuvo acompañada por un respaldo silencioso de la dirigencia, que valoro mucho y fue clave para llegar de la mejor manera a la segunda final.
– ¿Sentías cierta presión por la racha de títulos?
Sin dudas había presión, nadie quiere llegar en estas condiciones y fallar. Haberlo conseguido da una gran sensación de alivio y hay que disfrutar realmente de lo logrado.
– Se prevén cambios en Peñarol por la posible salida de jugadores al exterior. ¿Ya lo están trabajando?
En cuanto al equipo, es lógico que en el club hayan cambios. Salir campeón de América, jugar una final Intercontinental como se jugó, es una gran vidriera. Sostener jugadores en nuestro medio no siempre es sencillo cuando son tentados desde el exterior. En ese sentido, hay mucha confianza en la dirigencia. Entiendo ya se está trabajando en la base a mantener, en los que puedan llegar, además de los jugadores que vienen surgiendo desde juveniles. La idea es adaptarse, sostener la identidad y seguir construyendo con la misma seriedad y compromiso.
– ¿Qué podés sintetizarnos como lo principal que les dejó la experiencia de la final del mundo contra el Palma en España?
La Intercontinental fue una experiencia inolvidable, no solo por el partido en sí, sino por todo lo que se vivió alrededor: una organización impresionante, un estadio espectacular, la posibilidad de competir de igual a igual con un rival de ese nivel y un marco de público increíble, con una hinchada que apoyó durante todo el partido. Creo que ese respaldo se dio, sobre todo, porque el equipo transmitió que estaba dejando todo, como le gusta a la gente.
Todavía me apena haber recibido el tercer gol enseguida del empate y no haber podido presionarlos un poco más en ese momento. Pero queda el orgullo de haber estado a la altura, representando al club, a su historia y al futsal uruguayo con mucha dignidad.
– Otra vez dirigiendo en la liga uruguaya, en una temporada especial. Vos ya has estado trabajando en distintos cargos, incluso en AUF. ¿Cómo ves que vienen las cosas a nivel general?
Mi visión hoy es bastante pesimista, hace mucho que estoy este deporte y siempre estamos por despegar. Una liga con solo nueve clubes y casi sin formativas limita cualquier posibilidad real de crecimiento. Asi la competencia termina siendo monótona y poco estimulante. Creo que en estos años lamentablemente se perdieron muchos clubes con arraigo que históricamente fueron parte de este deporte. No conozco que exista un proyecto ni una planificación de cómo lo vamos a hacer. Además, somos pocos y, aun así, estamos muy divididos. Para mí, una posibilidad interesante para el crecimiento es avanzar hacia una competencia que integre a OFI y de esa manera sumar equipos, generar más competencia y más partidos a lo largo del año.
Foto portada: Diego Muñoz
