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Fernández, el golero de los imposibles

«Pescado» tuvo una Libertadores inolvidable, consolidándose como el destaque individual más decisivo del torneo: «todavía no tomamos dimensión de lo que logramos».

Mathías Fernández, 31 años, golero de futsal. Desde 2014 está en Peñarol, donde lleva siete títulos de campeón de liga y diez años consecutivos como la valla menos vencida del campeonato. Es también jugador de selección desde hace varios años, y con los aurinegros viene siendo protagonista de la Copa Libertadores desde 2022. Estaba claro que para que el equipo tuviera el rendimiento y el resultado que tuvo, él debía rendir a su máximo nivel, y todavía un poco más. Y el Pescado lo hizo.

Muchos lo vieron. Hay resúmenes de sus atajadas dando vueltas las redes por todos lados. Si habría que hacer un compilado con lo mejor de sus seis partidos en la Copa, sería imposible. Su semana en Paraguay fue sencillamente soberbia, con tres partidos con arco en cero, dos penales tapados y uno convertido, asistencias en tres partidos distintos (dos con el pie) y una seguridad descomunal que lo llevó a ser considerado el mejor de todos.

En diálogo con El Show, ni bien pisó el Aeropuerto de Carrasco, Fernández valoró lo alcanzado con el conjunto carbonero: «Es una locura, creo que todavía no tomamos dimensión de lo que logramos. Obviamente quedamos para la historia de Peñarol y del deporte en Uruguay. La gloria eterna como dice la frase. Es súper emocionante. Mucho trabajo, muchos años en el deporte».

«Veníamos estando muy cerca y ahora se nos dio. Esta Copa fue muy especial, ganándole a los dos cuadros brasileros, y ganándole bien. Nos hicieron un gol solo y en la final, con golero jugador. Eso hace mayor el mérito del título», apuntó el arquero respecto al título inédito.

Sobre su preparación personal y la manera en la que trabaja para llegar a este nivel, Pescado comentó: «Yo arranqué la segunda semana de enero con un profe particular a entrenar. Para lograr cosas grandes tener que esforzarte, hacer más que el resto. Hoy está la recompensa».

«El trabajo invisible de cuidarte, de alimentarte, se nota. No es solo ir a entrenar con el club. Hay que agregarle mucho esfuerzo extra», sostuvo.

Ahora será tiempo de seguir festejando, mientras se cambia el chip para el campeonato uruguayo. En el medio habrá propuestas (una vez más) para irse al exterior, mientras comienzan los rumores de dónde y cuándo se jugará la Copa Intercontinental ante el Palma de España. De mientras, Mathías disfruta de su gran presente, con reconocimiento internacional y la medalla de campeón de América en su casa.

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