Un lugar en la repisa
#ElShowEnLaHistoria Primera Edición. Hoy recordamos a los uruguayos que ganaron el premio a mejor jugador en un torneo internacional.
Iniciamos con una sección que los invita a repasar hitos, curiosidades, estadísticas y hechos particulares de la historia de nuestro fútbol sala en estos 25 años. Comenzamos con un tema que se nos disparó tras la consagración de Joaquín Varietti como goleador de la Copa Libertadores 2019. Fuimos para atrás y buscamos las competencias Conmebol en donde un uruguayo logró el premio de la organización a mejor del torneo. El primero que encontramos es en 2010. Diego Arjona, el «Pato», en el Sudamericano Juvenil de Colombia. Así lo recuerda el capitán de aquella selección uruguaya.
«Ese sudamericano sub-20 fue el segundo el que me tocó participar y si bien tal vez teníamos menos jugadores que en el del 2008, se formó un mejor equipo, en donde cada uno conocía a la perfección su rol. Con solamente 22 entrenamientos llegamos a Medellín a pelear uno de los dos lugares del grupo, Colombia y Venezuela eran los rivales directos, Perú y Chile completaban el grupo. Aunque pasamos primeros la semifinal la jugamos con Brasil, el cual fue uno de los mejores partidos de mi carrera, en donde estuvimos a 6’ de eliminarlos. En ese Brasil jugaban, entre otros, Batería y Ferrao», relata Arjona sobre el desempeño celeste en la competición.
«Luego de perder con Argentina el 3er y 4to puesto por 1-3, esperábamos la entrega de premios ya que el 4to también se llevaba un reconocimiento. Estando las 4 selecciones en cancha, se entregan las medallas correspondientes y se anuncia “Mejor jugador del torneo, Diego Arjona de Uruguay” y enseguida recuerdo la primera cara que veo es la del profe Ariel Di Pierro, el cual ya sabía el resultado y estaba esperándome para abrazarme. La elección la hacían los entrenadores de todos los equipos, y a mí me votaron el de Brasil, Argentina, Paraguay y Perú. Mucha gente me ha preguntado si yo fui imparable ese torneo, y yo siempre les cuento que esa distinción se dio por liderazgo, entrega, convicción, marca y bueno obviamente buen juego, pero siempre destaco que fue gracias a todo el equipo -y no es una frase hecha- que me ayudaron a ser el líder y capitán que pude ser en ese torneo y que me dio esa alegría inolvidable«, recuerda el Pato.

«Se van a cumplir 9 años que recibí ese premio, que sin dudas fue el logro más importante de mi carrera, y el que le dio cimientos a mucho de los pensamientos, creencias y convicciones que tengo sobre el deporte hasta hoy en día. Eternamente el premio estará dedicado a Emanuel Bogliacino, un hermano que conocí en ese torneo y que por siempre jugará en mi corazón».
UN GRITO EN EL DESIERTO
Corría el año 2003. Se estaban estableciendo los formatos de torneos del fútbol sala para Conmebol en una época muy distinta a la de ahora. No se mandaba dinero ni pasajes a los participantes, por tanto no había obligatoriedad. El calendario de competiciones era muy irregular y los torneos podrían confirmarse hasta un par de semanas antes. En ese contexto Nacional disputó en Chile la Libertadores – Zona Sur, se coronó campeón, y tuvo en su plantel al MVP del certamen: Sebastián Castro.
«Obviamente fue una experiencia inolvidable, de las mejores que tuve a nivel futbolístico. El premio a mejor jugador fue un broche de toda una Copa increíble. Ese año se jugó en Arica, en Chile. Se dividieron la zonas en Norte y Sur y aumentaron las expectativas porque no iban a estar los brasileños, que iban a ir un año a cada zona para mejorar las chances del resto. Nos tocó una serie complicada, estaba River argentino, un equipo peruano, uno chileno, al final los paraguayos no viajaron».
De la integración de aquel equipo Castro recuerda «al Nico Moliterno, al Negro Aguirre Zabala, al Choco Nuñez, en el arco a mi amigo Juanpi Larrosa. Teníamos al «Enano» Marcelito Dinolfi que también es gran amigo, a Carlitos Pérez… La verdad que teníamos un equipazo y sabíamos que podíamos llegar al título. Nos preparamos mejor que nunca y también incorporamos a Jorgito Sena que el año pasado había jugado en River y esa copa fue goleador del torneo. Fue una experiencia impresionante. Un campeonato de los más lindos que tuve la suerte de jugar y ganar. Y el broche de oro se dio con el premio, que la verdad que con todos los monstruos que había no me lo esperaba. Fue una sorpresa y súper contento».
MAGIA DE EXPORTACIÓN
El otro jugador uruguayo que supo recibir galardones en torneos internacionales fue nada más ni nada menos que Santiago Blankleider. En sus primeros años en Primera División el hombre surgido en Banco República dejaba el surco con su talento y eso se lo reconocían también fuera de fronteras. Así lo rememora el ¿ya retirado? jugador:
«Empiezo por la Libertadores de 2005 en Paraguay. Una Libertadores a la que llego como refuerzo del equipo Malvín, el cual mi amigo Nico Moliterno se tuvo que bajar por asuntos personales, y el entrenador de ese momento (Jorge Seré) me llamó para ocupar su lugar. En ese momento yo jugaba en Basañez con Aníbal Rona y recién habíamos llegado de jugar un campeonato de selecciones sub-21. Era mi primer año de Primera (por edad obviamente, sabemos que en Uruguay al no haber jugadores, se debuta a los 15 en Primera), el equipo tenia muchas figuras como Aguirre Zabala, Mato, Roibal, Dinolfi, Custodio, Panchito Martínez, Pampero, Ferla, etc. El campeonato del equipo entero fue muy bueno, perdimos en la final contra UAA de Asunción pero en el camino dejamos potencias como Cerro Porteño y San Lorenzo, con contundentes resultados».

Me entregaron premio al mejor jugador de la Libertadores y a Fernando Ferla el trofeo al goleador del torneo. Fue una experiencia única, jugar a nivel internacional y recibir un galardón de esta magnitud, eran épocas en las que nuestro futsal, con sus falencias, al menos podía competir en grandes ligas. Con el correr del tiempo fue tomando cada vez mas importancia personal, pero la verdad es que lo que mas queda es la experiencia de saber que el equipo entero (yo incluido) estuvo a la altura del nivel internacional. La sensación de satisfacción cuando termina un torneo de esa magnitud y lo jugaste a la par de los mejores jugadores del mundo no tiene desperdicio. Ese año a la vuelta de la Libertadores salimos segundos del torneo local con Basañez y en 2006 fui a jugar a Malvín, y para julio de ese año ya me había ido a Italia», puntualizó Blannkleider.
Pero «Magia» tendría otro punto alto en su carrera. Mediados del 2008 en Mercedes, Uruguay organiza la Copa América de selecciones que a la vez daba tres lugares para el Mundial de Brasil del mismo año.
«El premio al mejor jugador tuvo mucho que ver para con el interés de los equipos de allá, pero me terminé yendo al equipo de Pablo Lamanna, gran amigo y gran ayuda para mí. Luego en el 2008 salí ‘Mejor jugador joven’ de las Eliminatorias para el Mundial. También un momento de mucho valor, ya que desde allí nuestra selección no clasifica al Mundial, ni siquiera le ganamos a Chile, pero bueno… siempre al ser uruguayos pensamos en que podemos clasificar igual. Ahí estamos, «trabajando» para lograrlo… cada vez con menos gente involucrada. Fue un torneo inolvidable, no solo por mi performance individual, si no por la grupal, en nuestra casa, con nuestras familias y amigos mirándonos lograr un objetivo, que con el tiempo, iba a ser cada vez mas trascendental».

«Son dos trofeos, los cuales mantengo en mi ‘cajita’ de recuerdos obviamente, pero lo que significan es mucho más que un simple galardón personal. Esa cajita fue llenada en el correr de muchos años de entrega y dedicación total a un deporte totalmente amateur. Medallas de segundo puesto en Eliminatorias, Libertadores, Odesur y varios torneos más, acompañaron un momento muy lindo de mi vida y obviamente con el tiempo van tomando valor, no solo porque nuestro futsal sigue en decadencia, si no porque yo cada vez estoy más lejos de eso. ‘Más viejo’ y los momentos de tanta alegría y emoción se magnifican con el tiempo», finalizó Santiago.
Producción: Luis Silva / Fotos proporcionadas por los protagonistas y Archivo El Show del FS.
Próxima entrega: «Los inicios», la transición del fútbol de salón al Futsal AUF.