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El perro verde con Daniel Rodríguez

«Siempre estamos dispuestos a poner nuestro grano de arena para que esto crezca, porque creciendo el futsal crece el arbitraje», afirmó el experimentado árbitro.

Hablar de Daniel Rodríguez es hablar de un hombre que está marcando una época en el referato del futsal uruguayo y continental. Respetado por propios y extraños, este sitio se aventuró a llamarlo ‘El hombre de las finales’ tras una nueva designación para impartir justicia en el último torneo de selecciones sudamericanas. Hoy nuestro incansable notero fue hasta su encuentro para, con todas las recomendaciones sanitarias correspondientes (y sin tarjetas) de por medio, conversar de todo un poco con el popular «Chueco», que a sus 40 años y con once como árbitro internacional, tiene mucho para decir.

– Arrancamos con la última Eliminatoria de Carlos Barbosa, donde dirigió la final. ¿Qué evaluación hizo de la misma? ¿Cómo se mantiene la vigencia a ese nivel?

Es la tercera Eliminatoria que me toca dirigir. Las tres las viví prácticamente con la misma intensidad. La primera fue allá por el 2012, en mi segundo año como Internacional, haciendo mis primeros partidos importantes. 2016 y ahora 2020 ya con un poco más de camino recorrido, un poco más de credibilidad. Con respecto a la vigencia, yo me preparo muchísimo para estar a altura de la exigencia que tienen estos partidos tan importantes. Una Eliminatoria decide los equipos que van a Un Mundial, que es la competición máxima que tiene la disciplina. Y nosotros tenemos el deber y el compromiso de ir preparados físicamente, mentalmente, técnicamente, con un excelente conocimiento de las reglas de juego para estar a la altura. Y esa misma exigencia es la que te hace poner a nivel de compañeros de 30, 35 años que están en un excelente nivel. Mientras siga en una cancha va a ser de esa manera, el día que no esté vigente voy a colgar el silbato.

– Se dio una final entre Brasil y Argentina que miró el mundo, con mucho diálogo y encontronazos. ¿Cómo se hace para controlar eso en la mayoría de los casos lidiando con estrellas del futsal mundial?

Nosotros lo primeros que hacemos cuando tenemos un partido es saber qué tipo de partido vamos a dirigir. Lo que significa. Y esto era nada más y nada menos que una final entre dos equipos poderosos, uno de ellos el último campeón del mundo. Sabemos que iba a ser un partido muy difícil. Más allá de eso, en la evaluación que hicimos cuando terminó, consideramos que el partido estuvo siempre dentro del límite respeto-control de juego. Sí puede haber situaciones en los que los bancos se exalten un poco o se pase de esa normalidad. Lo principal que tenemos que tener es lectura del partido en que estamos, lo que se están jugando los equipos y llevarlos al nivel que nosotros queramos. ‘Hasta acá llegamos’, este es el límite del respeto. Y a nuestro entenderlos jugadores fueron muy respetuosos. Sí lo jugaron con muchísima intensidad, todos los participantes lo vivieron así, pero al terminar todos lo terminaron con un saludo como caballeros. Eso es lo que nosotros nos llevamos, que esto es un juego y somos todos colegas.  La gratitud de considerar de que hicimos un buen trabajo, de que estuvimos a la altura de las circunstancias, y después el respeto que te dan los participantes al saludarte cuando termina el partido, en algunos casos felicitándonos. Respecto a las protestas, a nivel local son un poco más acentuadas, un poco más “por todo” que a nivel internacional, pero en esta clase de partidos el jugador va a intentar de ver hasta dónde llegamos nosotros. Por eso tan importante nuestro trabajo, nuestra lectura de juego, para indicar ese techo.

– ¿Y en ese contexto se llega a tener una relación más que cordial con algunas de las figuras sudamericanas como Rodrigo Hardy, Angellot Caro, Leandro Cuzzolino, Gary Ayala…?

Sí, por supuesto. Con el paso del tiempo he conocido a muchos jugadores de muchas selecciones y el respeto fue mutuo. Tanto como yo respeto su trabajo ellos respetan el mío. Y la verdad que por suerte nunca he tenido un problema grande con nadie. Siempre todo quedó en alguna discusión en la cancha. Y cuando terminan los partidos, en los torneos siempre hay una instancia de diálogo amena para conversar de esto que tanto queremos que es el futsal. Es muy buena la relación con muchos. Tengo algún recuerdo de ellos y viceversa, que eso es lo lindo del deporte.

Sobre esta Eliminatoria me gustaría agregarte algo que es importante. Tuvimos un curso previo donde participaron diez árbitras internacionales y tres se quedaron al torneo. Algo histórico en FIFA y en el deporte a nivel mundial, que estas compañeras hayan dirigido algo tan relevante como una Eliminatoria.

En la final de las Eliminatorias 2016 junto a Yuri García (COL).

– Pasemos al ámbito local. Hay una intención general de todos los sectores del futsal de interactuar para encontrar mejoras, ¿qué es lo que podría aportarse desde el lado de los árbitros y cuáles son sus principales preocupaciones para que la liga crezca?

Desde los árbitros hace años nosotros venimos haciendo un esfuerzo grande para colaborar con el deporte, bajamos los costos de los torneos juveniles, los hicimos promocionales cobrando un 60 % del viático fijado para poner nuestro granito de arena. Sin duda esto nos da más actividad pero desgraciadamente es poco reconocido. Sí nos juntamos con jugadores y dirigentes para intentar generar protocolos que nos den a todos mejor seguridad a la hora de jugarse un partido, me refiero a seguridad. A solucionar aquellas canchas que tienen barandas, hierros peligrosos, roturas en la superficie mismo. Siempre tuvimos buena recepción por parte del ejecutivo y los jugadores para solucionar estas cosas. Nosotros no podemos ir más allá de lo que nos compete, que es eso, profesionalizar los escenarios de juego. Que tratemos de jugar en canchas más grandes, que los vestuarios estén acordes. Nos ha pasado de encontrarnos con situaciones de que los jugadores se cambian en un auto. Por eso quisimos empezar a trabajar en que todos pongamos un poco de voluntad de salir de eso de lo amateur. Exigiendo nosotros también nuestras propias condiciones de trabajo.

Respecto a cómo hacer para que esto crezca, eso ya escapa un poco de nuestras manos. Eso ya es más dirigencial. Si me consta de que hay preocupación porque lo hemos hablado en más de una oportunidad con el Ejecutivo. Ellos están buscando las herramientas para intentar hacer un poco más vistoso, más público el futsal. Lógico que al ser un deporte menos las cosas cuestan dos o tres veces más que en fútbol campo. Este año antes de empezar la Liga ya tuvimos una reunión muy amena con el presidente del Ejecutivo donde la intención es retomar y formalizar con AUF esta Comisión (la integrada por jugadores, árbitros y dirigentes), para trabajar fuerte en tener canchas que nos acerquen más al ámbito internacional. Con esto que está pasando a nivel mundial quedó un poco en el tintero, pero sí me consta que están trabajando y planificando a futuro.

– Pese a todo esto que ud cuenta hay buena parte del ambiente que los sigue mirando como “los malos de la película’, a veces apuntando a lo que ganan los árbitros y otras por sus medidas de seguridad ¿Porque piensa que se da esto?

Bueno si es verdad y sabemos que se dice que somos los más caros del deporte , yo la verdad no lo veo así. Los invito a multiplicar por 3 o 4 que son los partidos de primera que hace un árbitro de futsal al mes y que después hagan una valoración al respecto, y más cuando no se nos permite por reglamento poder dirigir futsal en otras ligas que no sean dentro de AUF. Nosotros siempre actuamos en contra la violencia y utilizamos las herramientas que más beneficio nos dieron a los árbitros y a los participantes del juego. Por nuestra parte tratamos siempre de implementar métodos para eliminar la seguridad, probamos el delegado de seguridad en categorías juveniles, que era un adulto responsable perteneciente a un club que se encarga de su parcialidad, de hacer un trabajo preventivo. Está de a poco dando resultados, ojalá en algún momento todos entendamos que es un juego y podamos jugar sin seguridad en todas las categorías, pero a mí entender estamos lejos aún de ese objetivo. Una de las cosas que se habló con este Ejecutivo fue de formalizar al delegado de seguridad por equipos y que reciba una capacitación por parte del área de Seguridad de la AUF.  Nosotros hemos reforzado la guardia por algún hecho de agresión y los equipos han colaborado identificando después a la persona que generó el hecho de violencia y nosotros inmediatamente retiramos el aumento de los guardias.

– Sobre esto, ¿en algún momento el gremio de árbitros ha hecho alguna autocrítica sobre cómo se ha manejado en los últimos años? Teniendo en cuenta más que nada el rechazo que ha generado en muchas ocasiones las medidas gremiales adoptadas…

Sí, seguramente. No recuerdo puntualmente en cual. Siempre hay autocrítica sobre las decisiones tomadas. Para nosotros no está bueno tampoco tomar la decisión de aumentarle la guardia a un club cuando este deporte sabemos totalmente amateur y eso le genera un esfuerzo extra a la institución. Pero nosotros tenemos que cuidar a nuestros socios y proteger al arbitraje. Creo que todos los involucrados en el deporte tendríamos que trabajar para que no haya violencia. Un hecho de esos tiene que ser condenado por todos los actores, no solo por la gremial. Y eso es lo que estamos intentando, que haya un compromiso general. Obviamente estas cosas son antipáticas, a nadie le gusta poner más dinero. Pero desgraciadamente poniendo más dinero (costear seguridad) es como se  solucionan las cosas.

Nosotros siempre tuvimos la mejor predisposición para dar lo mejor de nosotros para el desarrollo de la disciplina. Por ejemplo lo hacemos con la Secretaría de Deportes donde arbitramos masculino y femenino, la final de los Regionales acá en Montevideo, que se juegan en las mismas canchas. Ahí dirigimos sin guardia policial, sin guardias de seguridad, sin nadie. Solo docentes encargados de los chicos, y son categorías hasta sub-18. Lo venimos haciendo hace seis años y no hemos tenido ningún tipo de problema. De nuestra parte estamos a la orden para trabajar en un proyecto que nos lleve al destino final de que sea así. Hemos planteado incontables veces el hecho de crear un Tribunal de Penas con medidas fuertes para los equipos que incurran en hechos de violencia, para que nosotros estemos protegidos sin necesidad de tener dos guardias de seguridad que le generen gastos extra al deporte. Siempre estamos dispuestos para sentarnos a charlar, colaborar, proyectar, y a poner nuestro grano de arena para que esto crezca, porque creciendo el futsal crece el arbitraje.

– Hay una recambio de árbitros que se da en pocos años en futsal, muchas veces porque algunos eligen seguir su carrera en once. ¿Cómo ve esa nueva generación y si considera que ese número tan acotado de jueces a veces los hace recaer a jóvenes en partidos que no les tocaría tan pronto en otras condiciones?

Nosotros tenemos un Colegio de Árbitros compuesto por tres integrantes y un cuerpo de veedores que durante todo el año evalúan nuestro trabajo, que son los que definen por los puntajes y rendimientos quiénes son los escudos internacionales y ascensos de categoría. Este año hubo dos árbitros que  lograron la categoría máxima, por ende hubo dos compañeros que perdieron esa categoría.- Eso es algo que hace la competencia, que es normal de que unos subimos y otros bajamos. Respecto al resto de los compañeros hay mucho potencial, pero creo que hay mucho por trabajar también. Considero que el futsal debería  contar  con más herramientas y  más capital humano para trabajar en el día a día, para estar corrigiendo los errores. Eso es uno de los debes que tenemos, teniendo más personas en el Colegio para colaborar en el desarrollo del arbitraje. El árbitro elige sí la carrera de once, no en mi caso, pero la mayoría sí lo hace. Es algo que al futsal siempre le va a pasar cuando aparece un talento y se destaca en las dos disciplinas.

Dejáme agregarte algo con respecto al árbitro uruguayo.  El futsal que se vive acá a mí no me ha tocado vivirlo en ningún lugar del mundo. Estuve en muchos lugares y Uruguay es atípico en ese sentido. Acá el futsal y el fútbol se viven de otra manera, por nuestra idiosincracia, porque somos apasionados, competitivos… Y eso hace que los partidos sean sumamente disputados y el árbitro tenga que fortalecerse mucho desde lo disciplinario fundamentalmente. Eso nos hace una coraza fuerte a nosotros. Muy fuerte. Aprendemos tanto en lo local que luego se nos hace menos complicado en lo internacional. Eso nos pasa a todos los árbitros uruguayos.

En ITS pitando como cada fin de semana de Campeonato Uruguayo.

– ¿Qué pasó con Álvaro Sacarello y quién ocuparía ese lugar para trabajar en la formación de árbitros?

Él estuvo con nosotros un tiempo y continuó su carrera en campo, ahora está activamente trabajando allí. Los que tenemos la doble actividad lo disfrutamos ahí porque la verdad es un excelente instructor.  En futsal quizás no tener las herramientas  suficientes y material de trabajo, no pudo a mi entender hacer lo que por ejemplo hace en campo. Tengo los mejores conceptos de él tanto como instructor como exárbitro. Es un referente para nosotros y ha dejado mucho en el arbitraje. Con respecto a quien puede venir sé que hay algún exárbitro que ha presentado un proyecto, pero es algo que está medio ‘stand by’ por esta pandemia que nos tienen estancados. Pero sí los árbitros estamos en constante comunicación para tratar el tema de la Instrucción en el área de futsal y beach soccer.

– En sus inicios ¿cómo se le dio por hacer el curso? ¿Hay algo de eso de que el que es medio ‘patadura’ tiene que dedicarse al arbitraje o al periodismo?

Obviamente que todos los que estamos en el arbitraje es porque queríamos estar dentro de la cancha en este deporte que nos encanta. Yo arranqué de niño en el Exploradores O’Higgings. Recuerdo que la cancha estaba en la calle Rivera, creo que hay una UTU ahí. Hice todo el baby fútbol, después tuve un pasaje por inferiores en equipos de Primera y de Segunda y nada… fue muy corta mi carrera como futbolista. Un día cuando tenía 18 años mi hermano estaba dirigiendo AUFI, también por lo mismo, y me invitó a dirigir. Fui y me presenté con Walter Cabrera, César Figueredo, Gregorio Michelli, eran los que estaban encargados un poco de eso. Hice un pequeño curso y ya me tiraron a la cancha de asistente. Pasó el tiempo y uno se va enamorando de esta tarea. Ellos te decían siempre que si vos ‘sobrevivís’ los primeros dos meses, si no desertás, es porque te vas a aferrar a la profesión y quererla con mucha pasión. Y fue lo que me pasó a mí. Inmediatamente después que empecé a arbitrar en AUFI hice el curso de la Asociación en el 2003, los dos años de campo, y en el transcurso arranqué con el de sala, también con Figueredo. Ahí empezó mi carrera en el arbitraje. Si le pegaba un poco o no a la pelota, era más rústico que habilidoso, ja…

– Recuérdenos dos partidos suyos del campeonato local: uno de cal y otro de arena. Uno en el cuál haya quedado sumamente disconforme y ya en el vestuario lo advirtió, y otro en el que haya quedado ampliamente satisfecho, quizás alguno en una instancia decisiva.

El partido que siempre me quedó en la retina, y que llegamos al vestuario y estábamos muy tristes por lo que había pasado, fue Nacional-Malvín (semifinal 2017). Cometimos un error y ese error generó algunas cosas después. La verdad que de los errores se aprende, yo de este aprendí mucho. Yo luego pedí las disculpas del caso algunos de los jugadores del equipo perjudicado. Les manifesté lo que yo vi, lo que nos tocó vivir, y como siempre decimos nuestros errores definen cosas a veces. En este caso para mí fue un error importante del cual aprendí muchísimo.

Sobre lo otro,en la mayoría de los partidos nos vamos conformes con los compañeros porque dejamos todo, vamos siempre con la intención de que el equipo arbitral gane, de que pase desapercibido, de ser justos. Con errores pero tratando que la mayoría de las decisiones sean las acertadas. Recuerdo la última final (Peñarol-Nacional 2019), y otra del 2014, aunque después se distorsionó un poco el ambiente. Old Christians-Peñarol en Colonia, fue un una final muy difícil de dirigir. El equipo arbitral salió muy fuerte y muy satisfecho por el trabajo.

– ¿Dónde estaba y cómo recibió la noticia de que era designado para arbitrar la final del Mundial de Colombia entre Rusia y Argentina?

Bueno, la final del 2016.. FIFA lo que hace es un meeting todas las mañanas donde se repasan los partidos del día anterior mediante análisis de video y de regla. Y al terminar esa jornada se dan las designaciones de la actividad siguiente. Esto fue más o menos así. Se hizo una evaluación como siempre y y ahí se nos dio la noticia a mí y al español Fernando Gutiérrez Lumbreras de que íbamos a dirigir la final así como dirigimos el partido inaugural. Esa designación fue el cierre de cuatro años de muchísimo trabajo, sacrificio, sin duda la más importante de mi carrera. En ese momento me encontraba con mis compañeros de Conmebol y recuerdo un gran abrazo de Darío Santamaría y César Figueredo, dos personas muy importantes para mi carrera.

Fotos: Claudia López / El Show del FS

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