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Salida de tres

Peñarol llegó a su tercer tricampeonato en la historia del futsal. Con Daniel Varela (1995-1997) y Gabriel Debat (2010-2012) recordamos los dos ciclos anteriores en que el carbonero dominó la escena local.

El vigente tricampeón uruguayo es el Club Atlético Peñarol, que desde 2019 se adueña de los títulos de Primera División. Esta racha de campeonatos ganados en forma consecutiva ya se había dado en un par de ocasiones en el futsal uruguayo, teniendo también a los Aurinegros como protagonistas. La primera vez fue en los inicios de la disciplina en nuestro país. Año 1995, la AUF a expensas de FIFA, comienza a organizar los torneos oficiales. En la primera temporada, muy recordada por cierto, el deporte desembarcó con todo impulsado por la pantalla de un canal de aire, que televisaba desde Portones el mejor partido de la fecha con el relato de Moar. Peñarol se quedó con ese campeonato que jugaron unos 16 equipos. Para recordar aquel equipo, dialogamos con Daniel Varela, una de las figura del momento: “En 1994 se forma ese grupo, cuando el Chopo Muniz viene a dirigir a Peñarol. Trae jugadores de distintos equipos. Yo en el 93 había jugado en Bohemios y me lleva. De Platense, donde estaba él, trae a Carlitos Icasuriaga de golero y a Diego Zacarías. Chocolondo Nuñez vino de España (Valencia). En Peñarol ya estaban Henry Bruno, Diego Imperio, Alejandro Quagliatta, Sergio Aicart, Gustavo Sánchez, Checho Castiglioni, Álvaro Botto, Paul Casella. Ese fue el último año de Peñarol en la Federación”.

Ya en el 95 el equipo se consolida y con un fuerte quinteto de arranque (Icasuriaga/Roibal, Imperio, Casella, Chocolondo, Varela) logra ganar el título inédito. “Después se fueron sumando los D’Alessandro, Roibal, Di Pierro, el Pico Rodríguez , Silvio Rapela, Martín Hernández, Leo Giménez, Jorge Colina, Gabriel Lattaro…. Y otros se fueron yendo a otros equipos”. Daniel, pivot y goleador, era dentro de un gran equipo, el hombre que daba el diferencial en ofensiva, el de los goles importantes.

Años donde se jugaba en sport césped, un boom para aquel momento. La cancha de Portones se llenaba frecuentemente y se plantaba la batalla política entre AUF y Federación por quedarse con los equipos. En el 1997, además del escenario de Carrasco, también se jugó en varias canchas de fútbol 5 como El Tanque, River, Rentistas y Peturrepe: “Fueron tres años y medio invictos. Perdimos una final de Apertura contra Basañez (97), pero después ganamos el Clausura y luego la final del Uruguayo, que me acuerdo fue un miércoles y ganamos 3-1”.

«Para nosotros fue importantísimo, porque en poco tiempo se logró amalgamar un gran grupo humano y futbolístico. Ahí hubo una virtud grande del Chopo, que en ese sentido era muy bueno. Era el comienzo además de una etapa nueva con o que significaba pasar al deporte FIFA. A la distancia se valora mucho más también porque ese equipo de Peñarol fue la base para disputar con la selección los primeros torneos internacionales, y ese fue el inicio del equipo que terminó 6to en el Mundial del 96», concluyó Varela, resaltando en el final esa posición histórica, la mejor alcanzada por Uruguay en una Copa del Mundo.

El primer campeón. Varela abajo, con la pelota.

La historia vuelve a repetirse

Año 2010, las cosas no estaban fáciles para el carbonero en cuanto a números. Nacional venía de ganar los últimos dos torneos y el club no se consagraba en primera desde el 2004. Pero sí era una realidad las promisorias figuras que empezaban a ser protagonistas dentro del futsal uruguayo con las que contaba aquel equipo dirigido por Aníbal Roba. Richard Catardo, Ignacio Buggiano, dos jugadores de la casa que ya transitaban su segundo año en primera, y otro que había sido campeón sub-20 con los aurinegros en 2008, y que luego de una temporada en Banco República volvió a ponerse la amarilla y negra: Gabriel Debat.

“Me acuerdo que me llama el Pelado para jugar de nuevo en Peñarol. Hacemos un equipo con el Café en el arco, que fue maravillosos lo que atajó ese año y los siguientes. Iba yo al líbero. Estaba Catardo, el mejor jugador del fútbol sala. Jugaba también Nacho Buggiano, y al pivot Sebastián Eguren, el Rasta. También alternaban Sebastián De la Concepción, Nicolás Olivera, el Gallego Huertas, Lucho Alonso, Willy Lobos, Ale Otero, Facundo Silveira. Éramos una linda banda que le sacamos el tricampeonato a Nacional. Y empezamos una racha nosotros”, rememora Debat sobre la primera temporada, que incluyó el último clásico jugado en el Cilindro, con victoria carbonera por 7-3.

En el 2011 “es prácticamente el mismo equipo. Aparece Nico Ordoqui más que nada a partir del Clausura. Ya entraba en el Apertura, pero ahí se afianzó y no paró más”. En el plantel también aportó su experiencia el Pichu Skurko, para un conjunto mirasol que jugaba de memoria y mostraba un excelente estado físico de la mano del Profe Ariel Di Pierro. Para Debat: “fue en ese momento donde se empezó a cambiar la pisada para el club y creando una identidad. Eran años de ganar, ganar y ganar”.

Para el 2012 ya hay cambios. Catardo se va a jugar a Argentina y Buggiano a Italia. Pero el equipo no perdió el rumbo, en una temporada donde aparecen los Play Offs: “Empieza a ser importante también el Pato Arjona, Tani Badanian, el Negro Víctor. La finales con Nacional fueron maravillosas. Se ganó en alargue la segunda con Scuola Italiana llena. Algo que lamentablemente hoy no se ve”.

Gabriel recuerda el “buen clima en las prácticas” y hace hincapié en lo grupal: “Si vos no tenés un buen grupo es muy difícil lograr eso. Y como siempre digo, el objetivo grupal por encima de lo individual. Eso se tiene que dar. Dejando los egos de lado, cediendo con algunas cosas en determinados momentos. Fue un gran tricampeonato”.

2012. Peñarol consuma el trienio con un Ordoqui memorable: 75 goles.

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