El gran desafío

El fútbol sala de AUF encara un tiempo nuevo. La responsabilidad de un cambio nítido es de todos, pero sobre todo de Oper y compañía.

Lo peor ya pasó. Frase vieja pero que bien puede (oremos) aplicarse a este momento del futsal en Uruguay en materia dirigencial e institucional. Ahora hay un nuevo presidente, Leonardo Oper, quien armará su equipo y con la aprobación de los clubes tendrá una Comisión y Mesa Ejecutiva a cargo a la que mucha gente le dio la confianza e impulsó para dejar atrás tiempos desagradables. De ahora en más sí, todos en un mismo barco. Es como esa «luna de miel» que hay después de las elecciones en cada país y que otorga un período de crédito a quiénes se encarguen de la nueva conducción. Y aquí está el quid de la cuestión. ¿Cómo si «soportamos» tantos años a tanta gente que no era originaria del fútbol sala, que llegaba a cargos y responsabilidades en AUF, quién sabe de qué manera? ¿Si avalamos cambios de reglamentos en medio de las temporadas, vuelco de fallos insólitos, filtración de información y una sensación de impunidad y altanería repugnantes por parte de algunas autoridades? ¿Si vimos pasar torneos internacionales hechos en nuestro país sospechados por el manejo económico que incluso derivó en movimientos a nivel de dirigentes de Conmebol? ¿Cómo si toleramos esto todo este tiempo, no va a haber respaldo a un hombre del fútbol sala, que el año que estuvo en la Mesa le dio neutralidad y capacidad organizativa, y que además piensa rodearse con gente que sea del deporte?

Pero como señalamos antes, ahora ya pasó esa era, y por más que la quieran reivindicar, jugadores, entrenadores y dirigentes de los clubes sabemos de lo nefasto de la gestión del antiguo presidente. Mirando para adelante, anotando los errores cometidos. A tener en cuenta cada cosa criticada para no volver a caer en ella ahora que se está del otro lado del mostrador. Y a los que estuvieron de paso y ahora estarán en otro lado (o alguno capaz que todavía se mantiene dentro de la Asociación), a escuchar y respetar a la gente les observa fallas, y no confrontar soberbiamente. Es momento ahora, de llevar a la acción lo que se pedía en los últimos tiempos – donde nobleza obliga la Mesa saliente mostró una actitud conciliatoria y distinta a los primeros años del gobierno de Tapia -, trabajar TOD@S por el Fútbol Sala de igual forma. Aunque claro está, y en esto la mirada tiene que ser muy rígida, el órgano que lleva adelante la disciplina, tiene la fuerza y la voluntad política, articula, coordina, organiza y decide, es la AUF, y los que allí lleguen para acompañar a Oper serán responsables junto a él del presente y futuro del futsal.

¿Que habrá errores? Claro que sí. Siempre los hubo y son lógicos. Pero que haya trabajo, más y mejores intenciones, NEUTRALIDAD, y para eso se precisa más tiempo dedicado y más gente. Es claro también que la AUF toda inicia otra etapa, donde de la mano de Ignacio Alonso y una nueva estructura, junto a la oficina de desarrollo y el peso de los jugadores/as, nuestro deporte también se verá beneficiado probablemente. El Campeonato Uruguayo 2019 ya está en marcha en tres categorías y dos más arrancan en julio. La dirigencia obtuvo en este inicio de año, y lo volvemos a remarcar, un costo históricamente bajo para la disputa de la temporada, señal de que «desde arriba» la cosa también parece venir con cambios. Se trajo a Paraguay y a fin de mes llegará Chile. Amistosos internacionales que hace tiempo no se llevaban a cabo. Habrá muchas cosas más por supuesto para seguir trabajando. En principio según la agenda de los dirigentes, la difusión a través de AUF Tv, quizás desde la etapa de Play Off. Lo otro, la obtención de un gimnasio propio para el fútbol sala mediante los fondos de FIFA y Conmebol. Expansión del deporte en el interior, fortalecimiento de la Liga, los Juveniles y el Femenino, un calendario más amplio y con nuevas competencias, etc, etc. Mucho en el horizonte. El desafío es grande, enorme. Miles de personas que estamos atrás de esto nos ilusionamos, una vez más, y esperamos que esta vez el destino nos haga una guiñada.

Luis Silva