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Fedele tras el título de campeón: «Es una alegría tremenda. Sacamos la diferencia en el momento que teníamos que sacarla».

Hombre de la casa. Federico Fedele es hincha y jugador formado en las juveniles del futsal Mirasol allá por principios de siglo. En 2019, después de un largo peregrinar retornó a vestir los colores que mejor le calzan. Su hattrick y su aporte al funcionamiento colectivo lo convirtieron en una de las figuras de la noche consagratoria el sábado en Las Piedras, y así lo expresó en diálogo con El Show:

“Es una alegría tremenda, creo que habíamos hecho un sacrificio enorme todo el año, desde muy temprano. El 28 de enero arrancamos la pretemporada, a correr, con el objetivo de terminar así. Después de mirar todo lo que se hizo, el camino recorrido, el grupo ya estaba fuerte. Veníamos marcando algo lindo, después se vio reforzado con la llegada de los venezolanos. Súper contento de haber vuelto (a Peñarol) y de lograr el campeonato”, aseguró.

Sobre la comodidad en el marcador que alcanzó el equipo Aurinegro en el primer tiempo (6-1) el capitán de la selección señaló: “Sí, fue llamativa. Hicimos el partido que teníamos que hacer. No le permitimos a Nacional los contragolpes, que es el arma de ellos. En el segundo tiempo sobre todo se dio, cuando le cedimos la pelota y entramos un poco desconcentrados, se vio que ellos te lastiman. Son un cuadro que saben lo que hacen”.

“Lo importante fue que sacamos la diferencia en el momento que teníamos que sacarla para después aguantar el resultado”, afirmó Fedele, quien suma a su palmarés un nuevo título, uno muy ansiado ya que lo hizo con el cuadro de sus amores. En Peñarol Federico ha ganado desde que comenzó bien abajo en formativas: campeón en sub-15 (2003), en sub-17 (2004 y 2005), en sub-20 (2006) y en Primera. En 2012, año del tricampeonato, estuvo 4 meses en un interín de su pasaje por Italia; y en 2013 se quedó con el Torneo Metropolitano. Hoy vuelve a celebrar de manera especial, con una copa que ya ha sabido levantar, pero esta vez con otro sabor.

Foto: Padre y Decano