Señora jueza

«La mayoría que pitamos futsal lo hacemos porque nos gusta», afirmó Analía Da Rosa, que nos visitó en nuestro ciclo radial.

Una década como árbitra internacional de futsal femenino. Ya es también una de las referentes que todos los fines de semana dirigen en los torneos masculinos de nuestro medio. Analía Da Rosa pasó por nuestro programa de radio y repasó su trayectoria. La entrevista completa la podés ver en nuestra cuenta de Instagram.

«Empecé en Liverpool, fiché en fútbol once en el 96. Pasé por varios equipos: Danubio, Rentistas y Villa Española. Jugué de zaguera, lateral pero me gustaba de 5», comenzó diciendo sobre sus inicios como jugadora, hasta que más adelante vino la chance de hacer el curso de arbitraje.

«Siempre me sentí bien en el fútbol sala. Por suerte siempre hubo un referente, alguien en quien reflejarse o con quien hablar. Nunca sentí diferencias ni mucho menos. Creo que uno nunca hace TODO bien. Errar erramos siempre, pero hay que tratar de salir lo más conforme posible. A nivel local me quedo con el último clásico femenino en Las Piedras, salimos conforme con el trabajo de los cuatro compañeros», señaló sobre trayecto en el referato local.

Luego habló de su ascenso a categoría internacional y las oportunidades que se le presentaron: «El escudo FIFA llegó en 2010. Fue inesperado, yo hacía tres años que estaba. En ese momento tenés muchas expectativas pero nunca sabés que va a suceder. Viajar, conocer colegas, ver realidades de otras ligas… Es sumamente enriquecedor».

Consultada respecto a de qué manera los jueces pueden apoyar al crecimiento de la disciplina, comentó: «Creo que de parte de los árbitros siempre se buscó, cediendo en pagos y otras cosas, poder ayudar al deporte. La mayoría que pitamos futsal lo hacemos porque nos gusta, no para ganar dinero. Eso lo tienen que tener claro, más allá de que somos vistos como los malos de la película».

Por último habló del presente del futsal femenino y su nivel: «Hay una gran camada de jugadoras muy buenas. Creo que hay que mejorar el proyecto de la selección, haciendo uno en el Femenino como lo tiene el Masculino. Con más trabajo podemos estar en los puestos de arriba».