Sin medias tintas

Christian Píriz, DT de Rampla femenino, habló de todo y no se guardó nada. Las finales, las complicaciones para entrenar, la competencia, los árbitros, la AUF: «Esperamos mantener la base y dar un pasito más. Buscar que el club nos apoye, ya que lo que se logró fue con cero apoyo».

En la temporada 2020 Rampla Jrs se mandó una campaña bárbara. Definió las dos categorías del femenino y sentó una base con varias jugadoras nuevas en la disciplina que apuntan lindo. Su entrenador es el joven Christian Píriz, que asumió el desafío a mediados de 2019, cuando el equipo ya estaba en competencia y no tenía casi jugadoras. El exgolero de Malvín y Elbio dialogó con El Show sobre lo que le dejó este campeonato con el conjunto Picapiedra, el vicecampeonato, las dificultades y la proyección de la institución ramplense en el futsal.

– ¿Qué balance hace de los torneos que finalizaron con ustedes en segundo lugar tanto en juveniles como en mayores?

En sub-20 la idea era formar jugadoras. Teníamos un buen plantel, sabíamos que muy probablemente llegáramos a la final por los equipos que había y el modo de disputa. Lo tomamos también como para formar jugadoras, la idea es seguir para adelante con la base que quedó.

En Primera nos propusimos a principio de año meternos entre los cuatro primeros y pelear el campeonato. Sabíamos que con el Play Off a un partido podía pasar cualquier cosa. Si teníamos a todo el equipo pensábamos en salir campeones. Siempre con los pies sobre la tierra, sabiendo que era fundamental contar con todo el equipo. Por suerte pudimos romper la barrera de la semifinal y entrar entre los cuatro. Lo logramos. Para ser el segundo año en que competimos, sabiendo que el primer año fue sin entrenar, el objetivo está más que cumplido.

– ¿Qué tuvo el equipo en la semifinal que, pese a las bajas, logró a eliminar de forma histórica?

En la semifinal el equipo tuvo mucho amor propio. Las gurisas tenían muchas ganas de jugar, y si bien teníamos bajas estaban frescas. Estudiamos mucho a Nacional. Sabíamos dónde ir a robar. Una parte del plan no salió porque recibimos seis goles, pero por suerte el equipo estuvo vertical, jugó futsal y la mandamos a guardar que era lo importante. Pero sí, trabajamos mucho el partido en lo previo.

– ¿Y en la final qué fue lo que faltó?

Pasaron muchas cosas. Primero que nada cuatro de las titulares en sub-20 también lo son en Primera. Fátima De Siano además resultó expulsada en la final de sub-20. Catia con una mano menos. Las dos gemelas un poco tocadas por haber jugado casi todo el partido en sub-20, así que llegamos con el equipo cansado. La noticia de que Jenni Clara no pudiera jugar por la ficha médica caló fuerte, porque habíamos conseguido que pudiera jugar por la habilitación condicional. Eso anímicamente jugó en contra. Y bueno, pasó por ahí. Además de esos detalles enfrentamos a un equipo con mucha experiencia.

Cuando se es un equipo en desarrollo y AUF te pone dos finales el mismo día, sabiendo como es el modo de disputa, es difícil. Nosotros pusimos la sub-20 porque tuvimos coraje de jugarla, no como otros que sabiendo que hay mejores equipos no la juegan… así nos pagan. Al parecer dentro de AUF es mejor valorar a quienes no juegan con sub-20 y facilitarle todo, a los equipos que juegan con una sola categoría. Era más fácil complicarle la vida a Rampla que no iba a hacer ruido que complicarle a Nacional y a Peñarol. Además tuvimos otras dificultades. En la semana previa a las finales hubo presiones de los equipos grandes para que sus jugadoras (de fútbol once) no pudieran jugar con Rampla tanto en sub-20 como en Primera.

– En el año contra Peñarol habían estado muy cerca de ganarle. ¿Cómo ves esa hegemonía? ¿Se puede cortar? ¿Qué tiene que hacer un club como Rampla para despachar a Peñarol de lo más alto?

Nosotros creo que fuimos el único equipo que le ganó en los últimos años. La verdad es que Peñarol es un cuadrazo. Desde el técnico que es el mejor que hay en la Liga, que es un conocedor del femenino y muy capaz; hasta las jugadoras que tienen mucho oficio. Además cuentan con un apoyo que no cuentan todos. Yo creo que si Rampla contara con el mismo apoyo quizás podía haber sido más competitivo. De todos modos en el partido de la 1era rueda, que fue muy cerrado lo empatamos con golero-jugador, yendo a presionar. Chofy (Olivera) termina sacando tres o cuatro pelotas increíbles. En la vuelta fue prácticamente lo mismo, pero esa vez logramos anotar seis goles. Creo que fuimos el único cuadro que le pudo hacer tantos goles a la Chofy. Pero bueno, falló la parte defensiva, y hubo errores arbitrales groseros. Entre ellos una roja mal sacada a Jenni y una que no le sacó a Chofy, hicieron que perdiéramos ese segundo partido. Si bien Peñarol tiene un gran equipo y un gran técnico, y cuentan con todo el apoyo, creo que se le puede ganar. Lo único que hay que estar en un día perfecto y contar con que todo el entorno sea normal y no pasen cosas raras.

– Si bien sacaron adelante la semi y estuvo tu compañero Falero en el banco, ¿pensás que tu ausencia en cancha para dirigir el play offs hizo mella en el equipo? ¿Te arrepentís de esa expulsión que te hizo perder estos partidos?

Sí me arrepiento de la expulsión por haber dejado a las chiquilinas en banda, pero no me arrepiento de mi reacción porque ese partido con Peñarol que me echan y me dan tres fechas, lo habíamos trabajado mucho. Veníamos de una muy buena segunda ronda y era una oportunidad para levantarnos. Ponerte en partido contra un rival así es muy difícil. Los jueces dejaban que el banco de Peñarol hable y no nos dejaban hablar a nosotros. Luego una roja que no saca, luego otra mal sacada. Nosotros laburamos mucho para poder competir y tratar de ganarle a un cuadrazo como es Peñarol. En ese partido la verdad nos vimos claramente perjudicados. Reaccioné no de la mejor forma, de todos modos me pareció una exageración tres fechas.

Y sobre la expulsión de Jenni, que es una jugadora clave, fue mal echada. Si ven el compacto, una falta es de tarjeta, la otra ni la roza. Obvio que una jugadora como ella, más por lo que juega sino por lo que representa para el grupo, se siente. Creo que cualquiera en mi lugar haría lo mismo. Quiero agregar además que en la semana previa a las finales hubo presiones de los equipos grandes para que sus jugadoras (de fútbol once) no pudieran jugar con Rampla tanto en sub-20 como en Primera.

– ¿Cómo sigue Rampla para encarar el 2021?

Primero decir que Rampla está en dudas si va a competir en las dos categorías. Queremos tener la certeza desde AUF que si un equipo llega a las dos finales no se van a jugar el mismo día. Nosotros no somos de planteles largos. Al no tener apoyo del club para entrenar, las chicas lo hacen al aire libre. No nos dan camisetas, no nos dan nada. Entonces primera y sub-20 entrenan juntas, y algunas de las juveniles juegan en Primera. Así que Rampla este año va a participar de la sub-20 en tanto la AUF nos dé la certeza que las finales no se superpongan. Si ya queda digitado lo contrario, Rampla no va a jugar. Esperamos mantener la base, competir y dar un pasito más. Buscar que el club nos apoye, ya que lo que se logró fue con cero apoyo. Sin cancha, sin materiales para entrenar. Las kinesiólogas y el resto del cuerpo técnico no cobran. Las chicas se hacen cargo de la guarda de seguridad y demás. Así que estaría bueno un poco más de apoyo del club.

También queremos hacer un llamado a todos los clubes por lo que pasó de no haber podido ver la final de sub-20. Si bien esta vez el resultado no fue positivo, hay muchas familias que no están yendo hoy por hoy a la cancha, que quieren ver a sus hijas jugar una final, que no siempre pasa. Rampla va a intentar hablar con las jugadoras de los otros equipos para iniciar un movimiento y que la AUF le dé la importancia que tiene que tener. Si la final de sub-20 no se televisa por AUF tv, que la dejen trasmitir, o sino tampoco vamos a competir. Hay un tema grupal, nos pasó de que familiares no pudieron ver a las chiquilinas y quizás no puedan volver a verlas. Todo por un capricho. Vamos a intentar unir con los otros clubes que tienen esta categoría.

Fotos: Claudia López y Franco Vico