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Mayo caliente: Old Christians se queda sin Catardo a dos días del debut

Expediente Secreto #3 En 2014 “Mascota” iba a jugar su segundo campeonato con el Trébol, pero tras conocerse el fixture, pidió pase para Peñarol, sorprendiendo a todo el ambiente del futsal.

Son pocos los que no conocen la trayectoria de Richard Catardo, uno de los jugadores uruguayos más valiosos de la historia. Dio sus primeros pasos en 2006/2007 en Peñarol, el club que lo formó, de la mano de César Robido. Ya en 2008 comienza a jugar bastante más en Primera, aún teniendo edad de sub-20. Por ese tiempo, en el umbral entre juveniles y mayores, Nacional lo tentó para cruzar la vereda, a sabiendas del gran talento que allí se estaba puliendo.

Para el 2009 Catardo era una realidad que rompía los ojos, y se consagró como el mejor jugador de la temporada. Si bien Peñarol estuvo más cerca en la definición, otra vez los tricolores salieron campeones. Ya en 2010 y en 2011 sí, con un Mascota desequilibrante en todo sentido, los carboneros lograron imponerse a nivel local con autoridad.

Tras su paso por Boca Jrs en 2012, donde también fue campeón, Catardo regresó al Uruguay, y Old Christians sacude el mercado de pases contratando sus servicios. Esa temporada 2013, Richard termina siendo figura clave para el primer título en AUF del conjunto coloniense. Pero a fin de año, para la Libertadores Zona Sur que se jugó en Canelones, pidió pase para Peñarol, al que reforzó en un torneo donde a los grandes de nuestro país no le fue bien.

La idea era continuar en Old a nivel local, por eso en las primeras semanas de 2014, Mascota volvió a fichar por el Trébol Negro. Tanto él como Gabriel Debat e Ignacio Buggiano (también partícipes en el logro del año anterior) iban a seguir en el equipo, y además se sumaba otro refuerzo capitalino, el “Negro» Víctor Rodríguez. Los de Colonia se prepararon para la nueva Libertadores, que ese año fue en abril en Erechim (Brasil). Ni Old Christians ni Peñarol lograron avanzar a semifinales y retornaron a Montevideo para meterse de lleno en lo que iba a ser el inicio del Campeonato Uruguayo.

Sin embargo, la semana previa al arranque de la actividad local, exactamente el jueves anterior al fin de semana de la 1era fecha, una noticia impactó en el ambiente futsalero. Richard Catardo había pedido pase para Peñarol, desacomodando toda la estructura del Old, que esperaba contar con él para el año entero. También Debat y Buggiano se fueron al equipo aurinegro, que ese año pasó a ser dirigido por Roberto Sauces. Era la frutilla de la torta para el que seguramente fue el período de pases más “extraño” de la historia.

“Fue todo muy raro, muy sobre la fecha. Yo tenía pensado jugar en Colonia, por diferentes motivos personales no lo puede hacer y tomé la decisión de venir al club donde me crié”, declaró un par de semanas más tarde el jugador a El Show. Lo más llamativo para todos, fue que había podido hacer el pase dos veces en un mismo período. Nuestro equipo periodístico en aquel momento logró la palabra del Gerente Administrativo, el Dr. Horacio Pintos, quien explicó que el movimiento no estuvo impedido en nada por el reglamento ya que “no hay contratos de por medio que ‘aten’ a los jugadores. Lo único que sí los inhabilita a pedir un nuevo pase en la temporada, es el haber sido parte de un formulario del campeonato local, algo que no se dio en este caso. Lo otro que limita el reglamento, es que el jugador en una misma temporada pertenezca a tres instituciones distintas”.

Pero más allá del vericueto reglamentario, ¿qué había pesado en Catardo para tomar esa decisión tan delicada? Resulta que ese 2014 para Mascota tenía un calendario repleto de actividades extra futsal. No solo tenía compromisos ya asumidos con la selección del fútbol playa, sino que también viajaría a Dubai, a una especie de Mundial de Fútbol 5 representando Uruguay junto con otros colegas del 40×20. Cuando se sorteó el fixture, el lunes 12 de mayo, cinco días antes del inicio (sábado 17), vio que para los partidos más complicados, él no iba a estar disponible. En 2014 eran 12 los cuadros que participaban, y se jugó en sistema de todos contra todos a dos ruedas, sin Play Off, y sin dividir entre Apertura y Clausura.

El clima fue de cierta tensión en esas primeras fechas, en las que por los viajes previstos, Catardo prácticamente no vistió la casaca aurinegra. Por su parte Old debutaba ganando el sábado de local por 3-1 ante Malvín. Fernando Cabrera, histórico cronista de El Show en Colonia, escribía que esos tres puntos “sirvieron para olvidarse de algunas indignaciones de última hora”.

Semanas después a Peñarol le toca jugar en Colonia, y el “Mascota” estaba disponible. Jugó como siempre en gran nivel, y tras el partido habló más en detalle sobre la situación: “Todos saben lo que me gusta a mí este deporte y me creo un dedicado. No sé si un profesional pero sí cumplir en las prácticas, me gusta trabajar, que el grupo me vea. Me parece que en Colonia, con el sueldo que me pagaban, no correspondía de mi parte jugar cuando quería”.

Richard tuvo claro que hubo gente que se enojó, muchos quizás desconociendo las razones de fondo, pero él insistió en que era una decisión para “estar tranquilo” consigo mismo. Peñarol terminó saliendo campeón en forma invicta, con récord clásico incluido en la primera rueda tras golear 10-2 a Nacional. La vuelta olímpica la dio en la segunda contienda clásica del año, con victoria 7-6, sellan su novena estrella en el historial de AUF, dos fechas ante del final de la competencia.

El episodio de principios de año rápidamente quedó en el olvido, ya que Old Christians y Catardo volvieron a unir sus caminos, lo que derivó en la obtención de dos nuevos títulos de campeón uruguayo para el Trébol Negro en las temporadas 2015 y 2016.

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